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sábado, 17 de marzo de 2012

Los hermosos años de nuestra niñez

Quiero recordar con vosotros las anécdotas de vuestra niñez para no olvidar que tenemos dentro de nosotros aún el alma de la inocencia perdida, pero que tanta veces añoramos. Por aquellas tardes de veranos en que jugábamos libremente en la calle a juegos que hoy ni se plantean nuestros hijos.

Sin olvidar todo lo que teníamos para ir al cole, que parece que no pero nuestras carteras pesaban tanto como la de nuestros niños de hoy. Sino para muestra un vídeo:



Nuestros juegos en aquella época eran al aire libre sin miedo a ser atropellados, dando vueltas con la bici o jugando a juegos interminables pero que eran tan divertidos: El balón perdido de Rizos, el ministro y el ladrón, el juego de escondite por todo el pueblo de Moods, mis tardes de jugar a saltar a la cuerda, al pilla pilla, a la goma elástica... todos los chicos venían a vernos jugar para mirarnos las piernas, pues a cada salto nuestras minifalditas plisadas dejaban ver nuestras blancas braguitas.





Nos hinchábamos cuando podíamos y si el abuelo nos daba cinco duros a comer: Los chicles Bazoka o Dumkin, a beber refrescos Mirinda o de fresa, que te dejaban los morros pintados durante horas, merendábamos con el famoso Cola-cao o los pastelillos Phoskitos y si había suerte un bocadillo de chorizo o de chocolate.

O como a nuestra amiga IslasCanarias que le gustaba chupar un buen kojac o comerse una pulsera de caramelos efervescentes, a mi particularmente me gustaban los chicles NIÑA, me gustaban los cromos que regalaban.









Y jugábamos con nuestros añorados juguetes:

A la cocinita que enseño a nuestra Til que cocinar puede ser divertido, aunque fuera tierra y agua o dios sabe que más puso ella en sus guisos... Ya la veo en la cocina de su madre, adueñándose de un poco de harina o de azúcar y si encima le añadía un poco de pan, ya estaban hechas las migas. ¡Vaya meriendaa más rica nos habrías hecho!







La muñeca Nancy y su tita Barriguitas a los que tantos momentos dulces le dedicó nuestra Rizos. Si bien tenía muchas amigas, pero ninguna le hablaba, tal vez porque sus muñecas tenían poco de que quejarse, a pesar de los estirones de pelos cuando las peinaba o la veces que le saco un brazo a una de ellas forzándoles a ponerse un traje que no les gustaba.




Y que me dicen del camión grúa de Moods, me lo imagino rojo, tal vez lo fue. No lo quería pero luego bien que supo sacar partido para presumir ante los amigos de todo lo que era capaz de hacer su bonito camión. Ahh y encima regalo del banco dónde trabajaba su papa. Nada que sólo me lo imagino haciendo el ruido del camión con los morritos torcidos y haciendo que ese camión rodase por extrañas superficies lo más rápido posible al rescate de algún coche que hubiera volcado... Uyyy veo un coche debajo de la cómoda... Fernandooo corre que hay que rescatarlo.... Brrrrrruuuummmmm
Todo controlado vienen en su ayuda los Geypermannnnn.




Y cómo no recordar mis desaventuras y venturas con mi triciclo cromado rojo, con quién me atrevía a realizar las más duras pruebas, aunque eso supusiera acabar en el fondo de la alberca, con triciclo incluido.








Y quién no se fue alguna vez con sus padres y hermanos apretados en un sidecar o en un 600, un Fiat o un Symca 1000 para pasar un día inolvidable en el campo de excursión, si bien pienso que nuestra Til se acordará más de días de vendimia montada en un carro o en el remolque de un tractor.
O sino Rizos o yo misma, yendo de excursión al rió Tajuña o una montaña suiza. Recogíamos madera y con unas piedras, y sin permiso ninguno de la autoridad del lugar, encendíamos una hoguera para cocinar nuestras patatas con carne o la famosa paella.



Y jugando con los amigos, esos que algunos tienen la suerte aún de ver y tener a su lado, con quienes jugabamos, aunque nos reventáramos de vez en cuando las narices, al "churro va ".















Ya no somos niños, pero con tan poco que teníamos, pienso que tuvimos una feliz infancia, a pesar de los problemas que pudiera haber, jugamos como los niños que eramos, y por eso pienso que encontraremos una tierna y cálida inocencia en el fondo del bául de nuestra memoria.

2 comentarios:

  1. Jolin querida genia, como en muchas ocasiones has conseguido emocionarme, que bien relatados todos esos momentos de nuestra añorada niñez y que anoche estuvimos recordando en nuestra sala, que de recuerdos nos vinieron en un momento y que tú con tu gracia y sensibilidad has conseguido plasmar en nuestro blog, que orgullosa me siento de ser tu amiga y la de til y moods, pase lo que pase(que nunca se sabe) siempre os llevaré conmigo.
    Gracias por tantos buenos momentos(otros no tan buenos)que compartimos en nuestras noches.
    Un besazo con sabor salado(se maescapao una lágrima)a todos, y en especial a GENIA por este retrato de nuestra infancia.
    RiZoS.

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