Hola, Leo. Estoy sentada en el balcón y mi mirada se adentra en el mar hasta la línea horizontal que divide el azul claro del oscuro, el cielo del agua. No sabes lo bonito que es esto.
¿Por qué te escribo? Porque me apetece. Y porque no quiero esperar en silencio la séptima ola. Sí, aquí cuentan la historia de la indómita séptima ola. Las primeras seis son previsibles y equilibradas. Se condicionan unas a otras, se basan unas en otras, no deparan sorpresas. Mantienen la continuidad. Seis intentos, por más diferentes que parezcan vistos de lejos, seis intentos… y siempre el mismo destino.
Pero ¡cuidado con la séptima ola! La séptima es imprevisible. Durante mucho tiempo pasa inadvertida, participa en el monótono proceso, se adapta a sus predecesoras. Pero a veces estalla. Siempre ella, siempre la séptima. Porque es despreocupada, inocente, rebelde, barre con todo, lo cambia todo. Para ella no existe el antes, sólo el ahora. Y después todo es distinto, después ya nada será igual. ¿Mejor o peor? Eso sólo pueden decirlo quienes fueron arrastrados por ella, quienes tuvieron el coraje de enfrentarla, de dejarse cautivar.
Ya llevo una larga hora aquí sentada, contando olas y observando qué hacen las séptimas. Aún no ha estallado ninguna. Pero tengo paciencia y puedo esperar. No pierdo las esperanzas… Emmi.
Ya os copié una vez este fragmento del libro, que os recomiendo.
Si queréis más información, pinchad AQUI, hay incluso posibilidad de leer las 24 primeras páginas.
Para todos quienes esperan -conscientemente o no- que estalle su séptima ola.
MooDs
Yo al igual que Emmi tambien tengo paciencia, asi que me sentaré junto a ella,(antes le pediré permiso)y juntas esperaremos que LA SÉPTIMA OLA,vuelva a estallar.RiZoS
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